sábado, 6 de noviembre de 2010

Delito sin fundamento

Porque crece ésto,
una vez fue minúsculo,
como un manojo,
que se propaga en árbol,
aumenta su tamaño,
frágil cuan tus ojos,
concento de pajaros,
consiento tus labios.

Para mi son preciosos,
de paraiso pedazos,
uniéndose van en rito,
tu boca y mi pico;
quid de mis sentidos,
esencia que de ti respiro,
el objeto de mi progreso,
al saberle conmigo.

La vida adquiere motivo,
con tus manos obrando,
entre hacerlo perfecto,
dejarlo moderado,
o destruirlo radicalizado,
la nada, algo, u, todo,
tienen de ser razón,
como de mi eres sol.

Que levante mi fundación,
para el hogar constituido,
transformar y corregirlo,
así no verlo extinto,
por causa de un descuido,
en contrario, percibirlo,
como domicilio en evolución,
que de cuenta de cuanto,
le adoro en mi amor.

Sigo logrando seguirlo,
no tal cual obseso,
mas, enamorado, sin miedo,
la suma le digo,
del afecto que no resto,
ni radicar pretendo,
por ser un logaritmo.

Al multiplicarme complico,
el límite dividido,
por medio su espacio,
y el tiempo compartido,
si y sólo si seguimos,
revelándonos cada pensamiento,
e invocar ningún secreto,
para lo sincero y honesto.

Concretar entre algoritmos,
lo que dé en el cálculo,
del conjunto un resultado,
de acuerdo a lo convenido,
hábito de poco uso,
o costumbre con sentido,
por raíz tengo estricto,
sólo como solemne relato.

Al final, otro cambio,
de perspectiva he conseguido,
ramificación de fenómenos,
coherentes y lógicos,
mesuro par de latidos,
usado el debido raciocinio,
más aprovecho el instinto,
que indicó vivir comprometido.

Pues existencia sin presenciarlo,
sería casi lo mismo,
que el mayor sufrimiento,
del menor de los humanos,
aquel igual a un esclavo,
a su libertad ha ofendido,
tomándose inmenso riesgo,
de pagar y darse por cobrado.

Carente de intención a daño,
más o menos un imputado,
del crimen de celo a su amo,
de culpa peno escaso,
de éste apego por amarlo,
idéntico a rodear los costados,
ir encima o por debajo,
para llegar a similar lado.

Delito sin fundamento,
ya que no es mal antijurídico,
ni comprende lo establecido,
en nuestro consensual contrato,
según social convencionalismo,
para el bien de los involucrados,
demandante y querellado,
por lo justo, sano y equitativo.

El proceso que se ha ejecutado,
demostrando los afectos,
pruebo esos indicios dados,
por quien inspiró el escrito,
libelo jamás introducido,
por tanto, nunca dirimido,
ante correspondiente órgano,
de jurisdicción desistido.

Algún material prescrito,
por masa en perención,
experimento desprovisto de método,
siempre privado de alegato,
aspiro sea atemporal o eterno,
y le juegue el reto al reloj,
acabar sentenciado, no en un fallo,
por tu perpetuo amor.

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